lunes, 11 de julio de 2016

La pobreza en la casa del tonto

Un residuo indeseable de la política contemporánea, urgida siempre por lo inmediato, es la incoherencia. Los políticos han descubierto un yacimiento casi inagotable en la desmemoria y la ausencia de análisis crítico de la ciudadanía. La gente no se entera. Lo importante no es el ruido, sino el efecto de las cosas. Así que uno puede hacer lo que quiera y decir después exactamente lo contrario sin que exista el menor problema.
La dirigencia del Partido Popular en Canarias sostiene que su política fiscal para las islas sería una bajada de impuestos. La propuesta suena manifiestamente increíble en un partido que a lo largo de los últimos años ha hecho exactamente lo contrario a nivel nacional. El Ministerio de Hacienda ha sido una excavadora fiscal que ha rebañado 20.000 millones de euros entre los años 2012 y 2015. Supongo que porque no les quedaba otro remedio, si querían taponar el agujero en las cuentas públicas. Pero en vez de hacer recaer todo el peso de los ajustes sobre el contribuyente bien podrían haber aplicado un plan de reformas sobre la ineficiente administración pública, algo que se cuidaron muy bien de acometer por no tocar el inmenso poder de la burocracia y los tres millones de empleados públicos del país. El retrato de lo que ha ocurrido -el aumento de la presión fiscal- se puede ver en que un español que gana 20.000 euros al año soporta una carga fiscal de 9.000 euros (Juan Ramon Rallo, "El Economista"). O en que en el año 2015 la masa salarial del empleo público llegó a los 118.000 millones, niveles similares a los de antes de la crisis.
Para más inri, el Gobierno de Rajoy ha desmontado meticulosamente durante los últimos años la financiación extraordinaria de Canarias -los convenios-, dejándonos, con el sistema pactado en 2009, a la cola de las comunidades autónomas de España, con un déficit de financiación de los servicios transferidos que supera los 700 millones cada año. En ese contexto, desde el Gobierno de allí y la oposición de aquí, pedirle al otro una rebaja de impuestos es casi pornográfico.
Hay otros efectos. El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, ha denunciado que esta isla tiene 25 millones menos de inversión que Gran Canaria en materia de carreteras. Y que en los compromisos de gasto hasta el año 2020, la inversión allí será de 107 millones, frente a la prevista en Tenerife, que sólo es de 47 millones. Los números no admiten discusión, así que el Gobierno responde con grandeza retótica: en el archipiélago no hay carreteras insulares; las carreteras son de toda Canarias. Una frase tan hermosa hace que se le rayen a uno los ojos de la emoción.
No se le rayan a Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, que con aguda vista de halcón -no insularista- descubre las conspiraciones históricas contra su isla. Y las desvela generosamente a los ojos de todos los canarios. Esta semana pasada ha denunciado que el modelo autonómico ha postergado a Gran Canaria, superada en renta per cápita por otras islas. Pero no por el desarrollo económico (por ejemplo turístico, de Lanzarote y Fuerteventura), sino por la malevolencia del Parlamento y los sucesivos Gobiernos autonómicos que han "bloqueado" el desarrollo de su isla con el modelo de la triple paridad que repartió el poder político para jeringar así a los pobres grancanarios.
Uno es tecnocrático y seco como un esparto y el otro populista y egocéntrico, pero los dos discursos, de los presidentes insulares, con sus distancias, se tocan. En el fondo, es la pelea por la escasez. Madrid descubrió hace ya muchos años, desde antes del 27, que el yacimiento de la división provincial y el pleito capitalino en las Islas es inagotable. Debilitar la unidad de los canarios, aprovechándose de esas tensiones entre las dos burguesías, ha sido muy rentable. El empobrecimiento del archipiélago, castigado por un injusto y arbitrario neocentralismo, en vez de unir a todos los políticos de Canarias produce un discurso de divisiones intestinas. En la casa del pobre, si encima es tonto, el hambre termina siempre con una pelea de hermanos por el último mendrugo.
fuentes http://eldia.es/criterios/2016-07-10/17-pobreza-casa-tonto.htm

La pobreza severa se agrava entre los más pequeños en España

Save The Children ha alertado este lunes de que la pobreza severa ha avanzado entre la población infantil, con cerca de medio millón de niñosmás en 2015 que en 2008 y una tasa que llega al 16,7% de los menores de 18 años en España. En la actualidad, 1.390.000 niños viven en hogares que cuentan con unos 9.000 euros de ingresos al año.
Para la organización, «la sensación de que estamos saliendo de la crisises un espejismo» y lo constata con testimonios como el de Susana, de 46 años, que vive sola con sus tres hijos y que, entre ayudas económicas y trabajos esporádicos, recibe como mucho 500 euros al mes con los que tiene que pagar todos los gastos del hogar.
«Mis hijos empezaron el colegio sin todos los libros y materiales que necesitaban hasta que los conseguí de segunda mano. Los niños me transmiten que se sienten inferiores al resto por usar materiales usados, viejos o pintados. Siempre se comparan con los compañeros de clase que lo tienen todo nuevo. He llegado a retrasar visitas de mis hijos al dentista, que necesitaban con urgencia, porque prefiero que tengan un libro en el pupitre y puedan estudiar en las mismas condiciones que sus amigos», explica la mujer.
En 2015 los ingresos medios en España fueron de 26.092 euros, un 0,2% menos que el año anterior y un 9,4% menos respecto a 2008, cuando estalló la crisis. Según los últimos datos publicados por el INE en la Encuesta de Condiciones de Vida de 2015, el 22,1% de la población general y el 29,6% de los menores de 18 años viven por debajo del umbral de la pobreza, un umbral cada vez más bajo por la caída general de las rentas.
El porcentaje de niños en esta situación, conocida como pobreza relativa, sigue en aumento y afecta especialmente a los niños de entre 12 y 17 años (el 35,5%), el tramo de edad crítica para su trayectoria educativa o inserción futura en el mercado laboral.
Sin embargo, la población más afectada es la que se encuentra en situación de pobreza severa. Un niño que vive con sus dos padres se encuentra en esta situación si los ingresos del hogar son inferiores a 9.612 € al año. «Los niños no están saliendo de la crisis, al contrario, los más pobres lo son cada vez más. Desde 2008, el número de niñosque viven en situación de pobreza severa ha aumentado en casi medio millón, de 968.000 a 1.390.000 en 2015», afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.
La pobreza en nuestro país también se mide por el llamado índice de privación material, que mide los retrasos en el pago de recibos de vivienda o compras; la capacidad de mantener la vivienda a una temperatura adecuada durante los meses fríos; la posibilidad de hacer frente a gastos imprevistos; poder garantizar una comida de carne, pollo, pescado o su equivalente vegetariano cada dos días; la posibilidad de ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; o de disponer de un coche, lavadora, televisión a color o teléfono.
En España, 756.594 niños, el 9,1% de la población infantil, viven en hogares incapaces de cumplir al menos cuatro de estos indicadores. Antes de la crisis había un 40% menos de hogares en esta situación.
En concreto, un 3,2% de los hogares no pueden permitirse una comida de carne, pollo, pescado o equivalente vegetariano tres veces a la semana, lo que supone que unos 266.055 niños podrían estar sufriendomalnutrición en España; y un 11,3% de los niños sufren pobreza energética, es decir, casi 940.000 viven en un hogar donde no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada.
«A diferencia de la mayoría de los países de la UE, España cuenta con un sistema de protección social a la infancia débil, con prestaciones bajas, de acceso demasiado restrictivo y donde priman ayudas aplicadas a la declaración de la renta de los padres», denuncia la ONG.
Save the Children exige que, en la próxima legislatura, el futuro gobierno de España tome medidas para la protección de la infancia más vulnerable porque invertir en infancia es la mejor manera de acabar con la pobreza en nuestro país. Entre otras medidas, la ONG propone la ampliación de la prestación por hijo a cargo hasta los 100 euros mensuales por niño, con una bonificación adicional de un 50% para familias monoparentales.
fuentes http://ultimahora.es/noticias/nacional/2016/07/11/203280/pobreza-severa-agrava-entre-mas-pequenos-espana.html