lunes, 30 de julio de 2012

El mapa de la pobreza en España


"Ya no estamos padeciendo una crisis, sino que se está conformando un nuevo mundo donde los más pobres son aún más pobres". Esta situación, de la que alerta Cáritas, sitúa a España como noveno país de Europa con la peor tasa (25,5%) de población en riesgo de pobreza o exclusión social. Según recoge el Instituto de Estudios Económicos con datos del Eurostat, uno de cada cuatro españoles se encontraba en riesgo en 2010.

Con esta tasa, España entró en el top ten de países de Europa con peores cifras, por detrás de Bulgaria (41,6 %), Rumanía (41,4%), Letonia (38,1%), Lituania (33,4 %), Hungría (29,9%), Polonia (27,8%) y Grecia (27,7%). Con los porcentajes más bajos se sitúan la República Checa, Suecia, Holanda y Austria, que no superan el 16%.

Desigualdad entre Comunidades Autónomas
Un caso paradigmático de las consecuencias de la crisis es Extremadura (41,5%), donde el riesgo de pobreza y exclusión social ya supera los niveles de Rumania. En España, solo la Ciudad Autónoma de Ceuta está en peor situación y, con una de las cifras más altas de Europa (42,1%), únicamente la superan Bulgaria, Rumanía y dos regiones italianas (Sicilia y Campania).

Por detrás están Andalucía, Murcia y Canarias, que superan el 35%, situándose tras ellas la ciudad autónoma de Melilla, con el 34,3%. En el extremo opuesto, con menor porcentaje de población en riesgo de pobreza se encuentran además de la Comunidad Foral de Navarra, con tan solo el 9,7%, el País Vasco con el 15,5%, Aragón con el 15,9%, Asturias con el 16,8%, y Madrid con el 18,1%.

“La pobreza es más crónica que nunca”

España es el país de la UE en el que más han aumentado las diferencias entre ricos y pobres en los últimos años, según alerta Cáritas. Y la culpa es de la crisis. Una crisis en la que, a su juicio, ya estábamos antes de que se produjese, cuando "aclamábamos el modelo social como el único". Por eso, "la crisis habitaba ya entre nosotros, porque en los años de mayor crecimiento en España la pobreza persistía y la desigualdad aumentaba".


Ahora estamos todavía peor. "La pobreza infantil es mayor que la pobreza adulta, y además crecen los nuevos pobres, fundamentalmente familias numerosas, monoparentales o con los dos cónyuges en paro". Escenario que lleva a Cáritas a afrimar que la pobreza en España es "más extensa, más intensa y más crónica que nunca".

Las cifras, en España como en Europa, no hacen más que aumentar. Y la Comisión Europea advierte de que la crisis está generando una nueva clase social, la de los llamados "trabajadores pobres". Es decir, ciudadanos a quienes tener un empleo no les libra de la miseria.

Los españoles vuelven a la beneficencia

 La crisis y el consecuente desempleo han provocado que el perfil de los usuarios de los comedores sociales y los albergues cambie; si antes muchos de ellos eran inmigrantes sin recursos, cada vez son más los hombres españoles de mediana edad y que han perdido su puesto de trabajo los que los frecuentan.
Desde que estalló la crisis hace cerca de cuatro años, los comedores sociales de las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona y Valencia, y no tan grandes comoSantiago de Compostela, han experimentado un aumento de personas que acude a ellos, así como a los albergues, muchos de ellos al cien por cien de su capacidad.
Es el caso del albergue de la Casa de Caridad de Valencia, la organización benéfica más destacada de la ciudad. Con 70 plazas está lleno, de hecho, en 2011 se registraron 22.820 pernoctaciones y también se han incrementado los tiempos de estancia.
El perfil de las personas que lo ocupan son hombres españoles -el 57 por ciento frente al 43 por ciento de los inmigrantes- de entre 41 y 65 años, aunque los menores ya representan el catorce por ciento de los usuarios.
A diario, alrededor de cuarenta familias, cada vez más formadas por españoles y menos por inmigrantes, frecuentan el comedor social de la Casa de la Caridad, que desde 2008 ha incrementado un 88 por ciento las raciones repartidas.
Algo similar ocurre en el comedor Ave María de Madrid, situado en pleno centro de la capital, que ha aumentado de 340 a 360 sus plazas, según asegura a Efe su responsable, Paulino Alonso, que apunta que a pesar de eso, cada día cerca de treinta personas se quedan en la calle sin poder entrar.
"Ha aumentado notablemente el número de hombres españoles que acuden al comedor y suelen tener entre cuarenta y cincuenta años. Se nota que han tenido un trabajo hasta hace poco y que se han quedado sin recursos", explica Alonso.
La situación se repite en Barcelona. La ciudad condal ha tenido que aumentar este año el 69 por ciento de su presupuesto para comedores sociales a causa del constante incremento de la población pobre (uno de cada cinco catalanes vive por debajo del umbral de la pobreza).
En la capital catalana actualmente hay catorce comedores sociales de titularidad pública, al margen de los comedores de instituciones privadas, y el Ayuntamiento prevé abrir antes de que acabe este año tres más y aumentar así las plazas de las 1.106 actuales a 1.541.
Cada mes, los comedores sociales públicos reparten unas 31.100 comidas, un millar más que hace un año y casi 3.000 más que hace dos años.
El Ayuntamiento de Santiago de Compostela también ha aumentado su presupuesto destinado a las ayudas a servicios sociales, de hecho, lo ha duplicado, ante la situación de crisis, según afirma a Efe la concejala de este ramo, Paula Prado.
Este consistorio ha querido resolver el aumento de la demanda de ayuda mediante la colaboración con el "tercer sector", porque así "llegan a todas partes", señala Prado, quien cifra el aumento de usuarios de estos servicios en un cuarenta por ciento.
"Gente que había sido usuaria, dejó de serlo y ahora vuelve" y "nuevos pobres, en muchos casos, familias jóvenes", apunta.
Sevilla tampoco es una excepción. Los comedores acogen usuarios de un perfil distinto al de hace años y en los tres de nueva creación desde 2010 se atiende a 430 comensales diarios de lunes a viernes.
En Logroño, la concejala de Familia, Paloma Corres, asegura que no se ha notado una mayor ocupación en el albergue municipal, que está casi completo, pero sí en el perfil de los usuarios: predominan más los jóvenes que buscan trabajo, y han disminuido las personas de nacionalidad extranjera, frente a un aumento de los españoles.
A la Cocina Económica de esa ciudad, que está gestionada por las Hijas de la Caridad, acuden unas 30 ó 35 personas diariamente, el doble que antes de la crisis.
En Murcia, las organizaciones también han advertido de un aumento de la presencia de usuarios españoles en los comedores sociales y albergues, aunque la población extranjera sigue siendo mayoritaria, con el 60 por ciento del total.

COCEMFE alerta del posible aumento de la pobreza en personas con discapacidad


Así, la entidad ha destacado los "bajos" ingresos que tienen las personas con discapacidad en relación con la población en general (un 25% más bajos), más de la mitad en una situación de pobreza extrema. Además, han señalado que en España hay 21.200 personas con discapacidad que viven al mes con una pensión no contributiva, (357,70 euros/mes), un dato "muy inferior" a lo aceptado como umbral de pobreza (627 euros/mes) y al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), fijado en 532,5 euros mensuales.
   "Estos datos demuestran que hay un submundo dentro de la discapacidad, son personas que difícilmente pueden pasar cada mes al recibir unos ingresos irrisorios que en nada pueden apoyar su autonomía personal e integración social", ha denunciado el presidente de COCEMFE, Mario García.
   Además, COCEMFE ha incidido en "el sobreesfuerzo económico" que tienen que hacer las personas con discapacidad para mejorar sus condiciones de vida, a lo que se tiene que sumar las subidas de tasas e impuestos, los recortes sociales y copagos que las administraciones están llevando a cabo, "causando un serio perjuicio tanto a la integración y normalización de este colectivo como a su situación financiera".
   En esta línea, Mario García ha señalado que el Ejecutivo "debería aumentar los niveles de protección de las personas con discapacidad, en lugar de que sean las primeras en verse afectadas por los recortes y promover medidas estructurales que apuesten por la inclusión social del colectivo, luchando decididamente contra las discriminaciones en el ámbito laboral y educativo, el paro y la precariedad laboral".
   Asimismo, la entidad ha destacado que la tasa de personas con discapacidad que han terminado estudios secundarios o superiores representa menos de la mitad que la población en general (el 12% frente al 30%). Por ello, ha incidido en la importancia de potenciar que este colectivo alcance el nivel de estudios secundarios, ya que "al incrementar las opciones de encontrar un empleo y el acceso a niveles educativos más altos, tendría también la posibilidad de obtener remuneraciones económicas más elevadas".
   COCEMFE apuesta así por una iniciativa firme por la incorporación de este colectivo al empleo, ya sea ordinario, con o sin apoyo o protegido, destacando las desigualdades existentes, con una tasa de actividad del 36,2 por ciento, casi 40 puntos inferior a la de la población sin discapacidad.
   Por ello, Mario García considera "ineludible" rectificar la reducción de subvenciones en los Centros Especiales de Empleo, donde las aportaciones del Estado son "imprescindibles" para su sostenibilidad y funcionamiento, y que se cumplan las leyes en materia de integración de este colectivo, como es la LISMI, que "la mayoría de las empresas incumple reiteradamente sin ningún miramiento".
Fuentes :http://comfia.info

El reparto de la pobreza


Hace más de una década, en la sede de la Federación Europea de Bancos de Alimentos en París, debatíamos sobre la pobreza endémica y habitual, en relación con la pobreza del llamado mundo occidental. Por aquellas fechas ya preocupaba el incremento de la pobreza  en la Unión Europea. Ya no solo demandaban Bancos de Alimentos países como  Polonia, Grecia, Portugal o Irlanda, Francia fue el primer país europeo en instaurar un gran Banco de Alimentos. Inglaterra, Italia, España e incluso la propia Alemania se disponían a luchar contra el despilfarro en pro de los más necesitados.
El debate  se concentraba en el estado psicológico de la persona afectada por la pobreza en la nueva Europa. ¿Quién estaba más traumatizado en una situación de pobreza severa? ¿Aquella persona que siempre había vivido debajo del umbral de la pobreza o aquel, que habiendo tenido unas ciertas comodidades lo perdía todo y se abandonaba a una vida incierta y sintiendo el azote de la pobreza y la discriminación social?
Un prestigioso psiquiatra parisino Ms Lagarddé intervino para dejar aclarada la cuestión “La pobreza no tiene reparto, y no se puede poner porcentajes de sufrimiento, no obstante y psicológicamente hablando él que ha probado el pan blanco recién sacado del horno, no se acostumbra al mendrugo”.
Lejos estábamos de pensar en lo que se nos venía encima.
Los Estados, los Gobiernos deben gobernar, fundamentalmente, para hacer política social. Conviene hacerse  una pregunta fundamental: ¿Qué debe entenderse por una política social? Es decir: por una política que favorezca la situación del pueblo. Si atendemos a lo puramente material, semejante política será aquella que, antes que nada, facilite el pleno empleo, reduciendo al máximo el paro. Que ese empleo naturalmente,  se ofrezca en condiciones dignas, con remuneraciones suficientes y atendiendo las necesidades básicas del trabajador. Que se cubran sus necesidades asistenciales (y las de su familia) tanto en vida activa como en su jubilación. Que consecuentemente con ello, se logre una efectiva elevación de sus niveles económicos e incluso sociales.
Si tenemos en cuenta lo anterior, llegaremos a la conclusión de que el Estado Español, el Gobierno de este país llamado España, sus parlamentarios y senadores, están haciendo todo lo contrario. En menos de 4 años hemos retrocedido, tirado por la borda del barco de la vida, 35 años de pequeños avances sociales, conseguidos  luchando contra vientos y huracanes.
Ya no se tiene en cuenta a la persona, ahora es el “déficit” lo que realmente importa, es como si de esa quiebra del Estado tuviéramos la culpa el pueblo, el ciudadano de a “pie”, como si hubiéramos estado autogobernándonos, de tal forma que llenos de lujos y derrochando todo lo posible y lo imposible hubiéramos despilfarrado la “lujosa herencia” dejada por el franquismo. ¿Somos culpables del descontrol de la banca? ¿Somos culpables del consumo de créditos y tarjetas plástico? ¿Somos culpables de obras faraónicas y del despilfarro de cientos de miles de millones en los 17 reinos de Taifas y del Gobierno central?
Con más de un 24% de paro, incrementándose día a día,  más del 35% de la población española en el umbral de la pobreza y en pobreza severa, nuestros gobernantes solo piensan en decretos de ley para empobrecernos más y más. No ha habido ni una disposición, ni siquiera transitoria,  que haya favorecido al pueblo. Más preocupados por salvar a los mismos verdugos que nos han ajusticiado que por el pueblo que les votó, acudimos mansamente al matadero de la miseria y la pobreza. Y en muy poquito tiempo nos repartiremos entre toda esa pobreza y miseria.
(*) Fundador y ex Presidente de la Fundación Banco de Alimentos de Canarias, Fundador y ex Presidente 2º de la Federación Española de Bancos de Alimentos, Fundador y ex Secretario técnico de la Plataforma de Ong´s de Voluntariado de Tenerife. Periodista, escritor, Técnico de Comunicación Social, miembro Fundador del foro antiterrorista europeo.

Pobres y sin casa


Según el estudio de la ONU, los recortes y la intensificación de la crisis ha provocado un incremento «considerable» del índice de personas en riesgo de pobreza en España, hasta el punto de que el 21,8% de la población vive ya por debajo de ese umbral. Especialmente preocupada se muestra Naciones Unidas por la repercusión de la crisis y los recortes en los niños. Afirma que uno de cada cuatro menores de edad ya vive por debajo del umbral de pobreza. Una situación que se hace aún más delicada porque «las prestaciones económicas a las familias han sido severamente restringidas o incluso, eliminadas, como en el caso de la prestación económica de pago único por nacimiento».
Los técnicos de Naciones Unidas denuncian igualmente «la situación de los individuos y de las familias que se encuentran abrumados por los costes de la vivienda tras haber accedido a hipotecas de larga duración». La crisis ha ocasionado que «muchos hayan sido desalojados de sus viviendas» y que otros estén en «alto riesgo de perderla». La ONU lamenta que el Gobierno haya legislado en marzo para dejar a «discrecionalidad de las entidades bancarias la admisión de la dación en pago». Todo ello, además, con la constatación de que se están autorizando «desalojos forzosos sin las debidas garantías legales», sin que las personas afectadas sean «consultadas previamente» y sin que se les ofrezca «una alternativa de alojamiento o compensación».

La ONU acusa a Rajoy de llevar a la pobreza al 21,8% de los españoles

Los recortes de Mariano Rajoy no dejan indiferente a nadie. Tras las críticas y protestas que han suscitado las medidas adoptadas por el Gobierno, ahora es la Organización de Naciones Unidas (ONU) la que carga contra ellos por llevar a la pobreza al 21,8% de los españoles y por perjudicar “de forma desproporcionada” a los más desfavorecidos.

El último informe del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) de la ONU es tajante: Rajoy está destruyendo el estado de bienestar en España. Este estudio, anterior al último paquete de recortes aprobado por el Ejecutivo, critica los ajustes adoptados en los últimos meses porque reducen “los niveles de protección” de la ciudadanía.

Según el comité, “las medidas de austeridad” están “perjudicando de forma desproporcionada” a “los grupos desfavorecidos y marginados”, como mujeres, niños, personas con discapacidad e incluso “los adultos y los jóvenes desempleados”, las personas mayores, los gitanos, los inmigrantes y los solicitantes de asilo.

Este estudio calcula se las medidas de Rajoy están produciendo un incremento “considerable” del índice de personas en riesgo de pobreza, hasta el punto de que el 21,8 % de la población vive ya por debajo de ese umbral. Y uno de cada cuatro menores de edad pertenece a ese grupo. 

La ONU muestra también especial inquietud por los altos registros del paro, que se está cebando en los sectores más débiles. Ante esta perspectiva, el organismo internacional hace un llamamiento al Gobierno para que “evite cualquier retroceso” en la “protección de los derechos laborales de los trabajadores”.

Asimismo, el comité enciende las alarmas ante el deterioro de las condiciones de los que sí tienen trabajo. Según el informe, el salario mínimo interprofesional en España tiene “un valor que no permite un nivel de vida digno”, por lo que reclama con urgencia que se “ajuste periódicamente al costo de la vida”, así como las pensiones.

El Gobierno no ha hecho público oficialmente este informe a pesar de que, según parece, la ONU, cuando se lo remitió el pasado 6 de junio, pidió que le diera “amplia difusión a las observaciones en todos los niveles de la sociedad”.


Fuentes :http://www.elboletin.com